al final parece que cristina no estaba tan mal o al menos ese fue el comentario de varios de los convidados a la inauguración de la semana pasada. es más, ante la pregunta de rutina: "¿le das?" la respuesta que se dejaba oir invariablemente era "y, es la presidenta".

la vie dans ce petit enfer. día 2

la jornada del día de la fecha es de festejos e inauguraciones con presencias presidenciales en el conurbano bonaerense y camionetitas habilitadas al efecto. al efecto de los que quieran ir a chupar frío a la localidad de mp y pasar la tarde dentro de una carpa bastante precaria. decliné posible invitación con la excusa de que hay mucho trabajo --es cierto-- y la firme convicción de que ni en pedo me subo a ese bondi.

ya alguno me contará si cristina usó pañuelo hermès o estola de visón y si las hordas tamborileras llevadas por el intendente del partido de marras se comportan civilizadamente o hacen mucho ruido para contrarrestar las bajas temperaturas.

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la vie dans ce petit enfer

comenzó el invierno oficial el 21 de junio --fecha que no admite alteraciones-- pero aquí, en esta bonita empresa donde lo que se vende es calor ( y no precisamente humano) ya estamos con el tema desde hace un tiempito, es decir, apenas traspasan las mínimas el límite de 10°C y no superan las máximas los 15-18° C el invierno es "EL TEMA".

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hoy el día comienza con la visión de una jirafa bebiendo agua del abrevadero. no. hoy el día comienza con mi triunfal ingreso al baño de damas --luego de llegar tarde al colegio y olvidar la entrevista con la psicopedagoga, etc-- y el encuentro con una secretaria de 1.85 m que se enjuaga la melena en la piletita (mínima) . le tiro un "no te resulta incómodo" por no decirle "hija de tu santa madre no te da la cara". hace algunas aclaraciones del tipo "pero mirá que no es un lavado de peluquería" y el diálogo muere apenas iniciado. me cambio las zapatillas por unas elegantes botitas de tacos altísimos, un poco me arreglo la propia cabellera (sin remedio) y me dirijo hacia mi trinchera personal.

los fríos intensos deparan desgracias empresariales inimaginadas amén de la coyuntura particular que tiene a todos a mal traer y muy con miedo de quedarse sin el pan y sin la torta. este tipo de situaciones desencadena actitudes y reacciones de las más viles que intentaré retratar si es que me quedan tiempo y ganas (porque no tengo estatura moral ni de la otra para creerme excluida de todo lo que aquí sucede, aunque sí creo, un poco más de chispa que el resto). en fin que anda mucho pelotudo suelto y que me voy a tomar la libertad (por este invierno) de decir ACÁ todo lo que no se puede decir ACÁ.

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para terminar esta pequeña intervención matinal dejo algunos ejemplos de la sabiduría corporativa que nos acopaña a diario: las personas no pueden enfermarse. si lo hacen son "flojitas" o incurren en "mariconadas". las personas no pueden enfadarse y mucho menos llorar. si lo hacen incurren en "personalización", "falta de control sobre las emociones" "ausencia de profesionalismo" y "mariconadas".

se ve que

acá hace mucho que no pasa nada. cuando digo "acá" me refiero a este lugar que no es un lugar o es un no lugar. yo qué sé.

en la vida real sí pasan cosas. cosas que no importan (o sí) pero pasan igual. el otro día, por ej, me harté un poco de "a mí no me preguntes" o "yo no me voy poner a pensar en esas cuestiones" o "fíjense ustedes qué quieren hacer" u otras manifestaciones verbales de parecida idiosincrasia. lo cierto es que con tanta repetición inoperante de la misma cantilena al final, me hinché las pelotas y debí llamar por teléfono y prorrumpir en frases del estilo "así no se puede seguir" o más específicamente "así no podemos seguir". quizás --se me podrá endilgar-- se trataba de argumentos desmedidos (los míos) para una situación harto pelotuda y de lo más vulgarmente cotidiana. argumentos y tonos de voz en do menor con dinámica que iba del "fff" al "f" pero nunca a un "p" ni mucho menos a un "ppp".

tampoco me interesa demasiado la acusación de "vos, j, personalizás todo". bah, no la comparto. es decir: me chupa un huevo esa interpretación del otro. yo no personalizo. simplemente, me canso. además, ¿qué es personalizar?. para "no personalizar" tengo que aceptar pasivamente la montaña de tedio y enojo que la contraparte me arroja como cascotazo cada vez que tengo una pregunta que hacer? --pregunta que por lo demás, tampoco es "personal" sino que intenta resolver en cada caso distintos "requerimientos corporativos" por los que da la casualidad me pagan lo mismo que al, digámoslo, pendejo de mierda le pagan por el trabajo que ¡lamento en el alma que el contexto no ayude! tiene encima y quizás le pese como la montaña de obligaciones, problemas y responsabiliades antedicha--.

otra cuestión esgrimida en mi contra es que no me enfurezco ni me sale vapor por la cabeza cuando cualquier otro de los mediocres que andan dando vueltas por ahí me contestan de similar manera. y es que... tan difícil es notar que "tout le monde" es justamente "toute le monde" y que lo que me cansa o enoja no es tanto que los otros continúen interactuando en sus máximos niveles de imbecilidad sino que de quien más se espera (espero) sólo obtenga evasivas, negativas o defensivas --digamos, respuestas que acercan a quien las da a la imbecilidad del resto-- cuando yo no estoy "apurando" nada ni nadie ni ninguna cuestión? qué va. ni estoy "corriendo" a nadie ni cosa parecida. tengo un trabajo, malo o bueno, que hacer. ¿no es comprensible?

tal vez eso sea lo que me embronca como a walkiria vengadora en volador corcel y me hace hervir la sangre y llenarme de un irrefrenable deseo de atravesar el corazón del enemigo con la espada y darle muerte. que me confundan.

bueno, aproximadamente.