jueves, noviembre 26, 2009

se me queda callado el humor

del bueno, porque del malo tenemos mucho. el pedorrismo corporativo es notable: en una reunión donde dos gerentes de nivel intentan masacrarse con mutua intencionalidad por los millones de más o de menos negociados llama poderosamente la atención el uso de sustantivos propios en su forma diminutiva.

por ejemplo --no vamos a repetir nombres reales para preservar la identidad de tan encumbrados ejecutivos-- si uno se llamara evaristo, su contrincante le diría:

"pero eva, lo que me estás pidiendo es demasiado"

a lo que el otro respondería

"no es así roby, al contrario: lo que te estoy dando es demasiado"

...

luego de una felicitación o una palmadita en la espalda, me explica padre quien sigue velando por mi seguridad e integridad moral y espiritual, siempre tenés que recordar que es el momento en que te están garcando hija.

padre, tiene razón.

...

ya no existe la minigerencia.