martes, diciembre 13, 2016

the glass harmonica

hoy me dije sí: desde temprano te concentrarás en tus tareas. y comme d'habitude, he logrado un nuevo triunfo en mi eficiencia taylorista. es decir, el arte de buscar (& encontrar) belleza.

los caminos infinitos de Dios [qué otra autoridad invocar que mejor me justifique] me llevaron a dar con este corto censurado en la unión soviética (año 1968) por ¿la cantidad de recortes de arte europeo occidental utilizados en su finísima hechura? ¿la falta de adherencia al ideal campesino? ¿la música? [a esas alturas stravinsky, shostakóvich y demás compositores ya habían hecho de las suyas, el dodecafonísmo era una antiquísimo, etc].

en fin, que me crucé con the glass harmónica, y todo fue amor y felicidad y ahora --en total contravención-- me paseo lo más campante por una seguidilla de filmes de propaganda soviética como este.

pienso en qué diverso es el mundo, qué poco dormí anoche, y qué afortunada soy.

para más información, artículo completo acá.

lunes, diciembre 05, 2016

Sammy was low
Just watching the show
Over and over again
Knew it was time
He'd made up his mind
To leave his dead life behind

viernes, diciembre 02, 2016

The moon's an arrant thief

And her pale fire she snatches from the sun


Por qué si todos le roban algo a alguien yo no iba a hacer lo mismo. Lo haré, a su debido tiempo. Por ahora me limito a dejar acá el fruto de horas y horas sentada frente a una planilla de excel y números danzantes. A un día de haber finalizado la lectura de una novela cuyo título no mencionaré porque no viene al caso. O mejor, por que ya está todo dicho.

Como no puedo decidir cuál es el peor de los dos sonetos del orto [dije horas de excel, que garantizan que no estén bien ni los números, ni los arreglos de palabras], quedan los dos, en cualquier orden.

Soneto del Orto I: 

querido nabokov hoy yo te escribo
después de haber leído tu novela
del rey al que un poeta lo desvela
con su poema en versos pentasílabos

lloré inocentemente ante la muerte
y el cruel dolor de quien creí inocente
reí con la caída en parapente
del rey de zembla tentando su suerte

john shade me habló al oído de la angustia
que a un escritor le para los latidos
si su escribir no llega al cometido
y fenece antes como una flor mustia

a todos gradus siempre nos persigue
brindemos, nabokov, la vida sigue.

Soneto del Orto II: 

amado nabokov hoy te saludo
después de haber leído tu novela
del rey al que un poeta lo devela
farsante, admirador y falso escudo

lloré inocentemente ante la muerte,
ante el dolor de quien creí inocente
reí al verlo volar en parapente
al editor que huía de su suerte

john shade me habló al oído de la angustia
que a un escritor le para los latidos
si su escribir no llega al cometido
y fenece antes como una flor mustia

también tengo yo un gradus que me acosa:
la espina traicionera de las rosas