anoche:

¡viva francia,
viva el tango,
vivan mis zapatos rojos!

hoy:

una jornada improductiva y somnolienta: puse a todo el piso a dibujar dentro de unos cuadraditos. lo mejor fue una guitarra vista desde adentro.

mañana:
ya veremos.

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una hermana se fue a madrid-dublin-londres.

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no sé por qué me cuesta tanto terminar de leer los libros de ermanno cavazzoni.

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como no sé muy bien

qué escribir. o más precisa: no sé muy bien cómo escribir solamente voy a dejar un registro breve y de mínima trascendencia pero no poca importancia en tanto indicador de las cosas que se hacen (o que hago ahora y en el futuro serán un "hice" y causal de asombros repentinos ante la lectura de los hechos registrados).

leí ayer --o antes de ayer, o antes aún-- un libro cortito de noe jitrik, una novela (nouvelle) de extensas oraciones y minuciosamente descriptiva del sentir de sus personajes. de esas en que todo sucede cuando no sucede nada, de esas que muestran la relación de las personas con el universo de una manera que sólo puede ser dicha mediante la escritura.

leí y miré y disfruté tambien un pequeñito libro sobre toulouse lautrec, en el que había muchos de sus preciosos y más conocidos afiches y dibujos, y, además y para mi --ingenua-- sorpresa algunos pornográficos, fantásticos dibujos de porongas, grotescos por cierto y graciosos al mismo tiempo. hasta hoy, siempre que escuchaba su nombre, a mi mente venían sus afiches, los del follie bergere, aquéllos de las mujeres levantando sus faldas hasta el mentón y bailando el can can. de ahora en más...

del amor y de los hijos estoy bien. de dios, escéptica o descreida, como siempre. de cuerpo, sin morir en el intento de correr tres veces por semana. de tango, el último abrazo tiene más de un mes. de la gerencia-mini, trabajosísima, aunque amenguando en las proximidades de la primavera.