miércoles, julio 27, 2005

Vevé

Baliverna tiene las paredes tan derruidas que en cualquier momentito se derrumba y además las bolas llenas (tiene), digamos, porque la grilla calculatriz no le cierra por ningún lado, etcétera, entonces en su entorno esta persona prolifera chistes de los más vulgares que imaginarse puedan, et, al cabo termina concluyendo, o concluye terminando que tarde o temprano deberá el nivel subir de sus chanzas y demás comentarios –de un soez explícito a simples dobletes de sentido– para que la reputación de esta reputada persona no quede estropeada ni mancillada por el propio accionar de su decir.

Anteladamente la idea era escribir imitando autores (la idea del post previo al previo de antigua data) y luego proponer algún tipo de broma como que sucediera lo siguiente: alguien (inventado) mandaría un (inventado) texto parodiando claramente a, por caso, García Márquez, pero en sobre adjunto aduciría haber escrito en el estilo de, por caso, Ernest Hemingway y esa habría sido la gracia de García por Ernest o cualquier otro malentendido de tal categoría.

Por cierto la cuestión resultó en general muy estúpida y en particular estupidísima amén de inescribible y/o carente de todo interés.

Ahora mismito un afeitado individuo le pregunta si Álvaro va ¿con ve o be?. Con ve, contesta ¿ve?, con ve de Baliverna.