dido & aeneas
Sí. Fui a la ópera un domingo a la hora del té. Es mi nueva ocupación, un ir a misa. Una amiga siempre me pregunta "en qué andás, cuál es tu nuevo hobby". Es mejor que los partidos de fútbol y la apatía generalizada de las familias en el último día de la semana: esa intolerable resignación [para la que no encuentro razones, para mí todos los días valen lo mismo] mañana de nuevo hay que.
El encuentro con la música activa el alerta del sistema de percepciones, aún cuando uno se eche a dormitar con total desfachatez en el asiento [no duermo, pero puedo quedarme un rato largo arrebujada y con los ojos cerrados pensando en cualquier cosa menos en el espectáculo: he aquí una nueva mentira].
Dido y Eneas es un pedacito de una cuasi ópera del siglo XVII. Pura música barroca de esa que resulta triste y melancólica e inconfundiblemente antigua. Lo peor de las cuasi óperas barrocas son los ballets: gente bailando todo el tiempo [gente en el mejor de los casos, en el peor: faunos y otras criaturas] coreografías absurdas de estilo pastoril, al son de un clave, un laúd, panderetas.
Lo mejor de la música barroca es, la orquesta barroca.
Lo mejor de Dido y Eneas de ayer fue que, a pesar de mi pésima ubicación, veía justo de frente a los tres laudistas del ensamble quienes mudaron a guitarras en alguno de los interludios danzantes. Y por eso solo valió la pena el paseo.
Lo de la guerra de Troya, la Reina de Cártago, Eneas, etc supongo que se puede leer en la Eneida o la entrada correspondiente del diccionario de Pierre Grimal.
El libreto acá.
Y lo único que pesqué de la historia en mi estado de alerta máximo de percepción durante crepúsculo dominical es este parlamento de Dido, hacia el final de la ópera misma y de la vida del personaje:
DIDO
No, faithless man, thy course pursue;
I'm now resolv'd as well as you.
No repentance shall reclaim
The injur'd Dido's slighted flame,
for 'tis enough, what'er you now decree,
that you had once a thought of leaving me.
Parlamento que podríamos traducir, escuetamente y recordando a Roberto: "rajá, turrito, rajá".
2 Comments:
Tu referencia a las entradas del libro del bueno de Pierre me orientan a insistir en que debo ordenar tu biblioteca (y así acceder al famoso libro y afanártelo, lo que -de todos modos- no lamentarás puesto que hoy no logras encontrarlo).
El de Grimal? creo que al final lo encontramos....
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