jueves, mayo 31, 2007

un rapidinho entre el regreso de la calle y la ensalada que me espera, al parecer mejora la temperatura y acá todo es silencio mi última misión/responsabilidad hacer a la gente trabajar y mientras qué, se supone que en algún momento podré retornar a la plañidera cítara que hace tanto que no rasgo, un poco de sueño nuevo, otro poco de sueños viejos ¿cuándo volveré a bailar un tango? en general soy contenta o estoy feliz y como a todo el mundo me gustan los abrazos, los chocolatines y los libros de cuentos, hace un rato un bar en la esquina de diagonal norte y nueve de julio me hablaba "¿te acordás de mí?" (recuerdo que no hubo nada de particular, simplemente la tarde de hace siglos toda entera leyendo, leyendo, leyendo y un subrayado sobre el poder limitadísimo de las palabras), lo de los pellizcos quedó resuelto en que tan mal no estuve y en definitiva ¿por qué no? debería asumirlo como un piropo de esos de ser anotados en la lista que nunca registra más de dos entradas por año (es decir: no subás a ese asensor porque te van a pellizcar, bien mirado o interpretado con el cristal de mujer-de- más-de-treinta-por-favor-decime-mentime-que-soy-linda , sería el primero de 2007... prrrr... está duro el invierno aun sin haber comenzado)