jueves, marzo 15, 2007

lloré con schlink.
claro que en general no es demasiado difícil hacer que yo me largue a llorar.
lo que en verdad estaba complicándose últimamente era que yo tuviera las ganas de elegir un libro (entre tantos que existen), comenzar a leer, querer (mucho) seguir leyendo, llegar al final.
eso me pasó con schlink esta semana.
no logro explicarme bien la causa.
enhorabuena.