martes, marzo 19, 2013

confutatis maledictis

¡se quemarán en las llamas del infierno!

en fin, que para anotar algún comentario de los históricos momentos que al fervor futbolero argentino le darán alegría y de comer por un rato largo me pongo a escribir un poco (amén de que estoy aburrida y en brece nos rajan a todos de este último bastión brasilero de la industria petrolífera).

es divertido que todo el mundo tenga una anécdota que referir o algún mensaje divino que descifrar en el laberinto de la vida, como por ejemplo uno de los chicos de dos escritorios más allá del mío, ateo declarado y anticlerical confeso trae a cuento que recibió el sacramento de la confirmación de quién... sí. sí. de el papa de la gente. y como si fuera poco, además, su hijo pequeño se llama.... sí sí. francisco.

la plaza rebozaba hoy de banderines amarillos y blancos y las banderas celestes e ídem de nuestra patria agitadas con alegría y un poco de somnolencia luego de una larga noche en vigilia. ahora sí es preciso decir que tanta gente contenta, festejando y dando gracias es algo digno de ver.

después, a entenderse con la media luna (de manteca, no mahometana) que el hit católico de la mañana me dio hambre.