viernes, agosto 10, 2012

a lo mejor en los días así hay que retornar a algún lugar conocido. hermana me anuncia que está tejiendo un destino irlandés pletórico de tréboles de cuatro hojas (espero), cerveza guiness y muchos días lluviosos.

acá no andan los subtes, la gente muere en el tren camino al trabajo, camino a a casa (yo) para no subir a un tren, pienso en mis hijos dejando su niñez, en ezequiel con el ojito roto, en lucas que cada vez se parece más a un hombre. andando las cuarenta y cinco cuadras línea recta: en medio del trayecto las suelas del zapato van relatando a mis pies el formato de las baldosas de la vereda. me gusta andar en mis piernas. el calor. etc.

en algún punto xx me detuve a comprar un libro sobre la historia del petróleo en argentina y la configuración de la refinería óptima y qué sé yo. me acuerdo que hay otro de Victor Hugo que dejé empezado porque no pude enamorarme tanto de él como de la historia de quasimodo (que es terrible de terribilitud completa).

pienso también que tengo que tratar de no decir determinadas cosas en determinadas circunstancias a determinadas personas.

llego a casa agotada. no andan los ascensores. asciendo al cielo donde tres me esperan y no hay agua. no hay algunas cosas para mí. cuántas no habrá para cuántos otros más y más gravosas.

1 Comments:

Blogger Pache said...

Te amo hermana, siempre Genial

5:29 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home