domingo, junio 26, 2011

aconteceres

supongo podría haber escrito varias referencias, como que no pinto hace rato en la milonga (excepto una invernal incursión con buen acompañamiento en pista: bailarín de buscado abrazo y huiduza predisposición a la firma de la libreta roja), o que los libros de escritores como banville se me quedan perdidos antes de la mitad de la mitad, o que el trabajo es un poco más de lo mismo con cambios que hacen que entonces no sea un poco más de lo mismo, o que extraño tantísimo a mamá: le preguntaría de política todo lo que no sé y lo que pensaba ella, por suerte está papá que es tan genial y de una honestidad enorme que me hace piantar mil lagrimones, o que exigí me diera una entrada para ver la flauta mágica a una señora que decía esperar a una amiga que jamás llegó, o que nació un bebé negrito y hermosísimo al que visité en fugaz aparición, que el viernes me tomé un poco de vida para estar con mi hijo más pequeño y ser feliz con él, y por la noche tomé mucha cerveza y algún trago que me dieran y bebiera y bastante en mi cabeza resonara y que los fríos del invierno me despiertan y esas cosas muchas que se pasan.