martes, noviembre 11, 2008

a veces

(o quizás muchas) tengo sensaciones estúpidas como la de, por ejemplo hoy, estar vestida sthendalianamente. y lo que resulta todavía más tonto es la necesidad de escribirlo --a falta de otras cosas más interesantes o inteligentes que escribir desde que me hallo sumergida en el fatídico mundo del lenguaje corporativo-- o describirlo para hacer un poco de ruido en este lugar donde antaño dejara perdido algún poema, algún texto un poco más dedicado.

volviendo al tema, lo de sthendal no me viene por una semejanza decimonónica o o novelezca. se trata, simplemente, de una cuestión de coloraturas, digamos, de rojo y negro (en este punto espero que alguien, además de mí, se ría... aunque me doy cuenta que no hay como martín b. para los chistes y las asociaciones divertidas y chispeantes y que yo, no tengo nada que hacer ni en el mundo de la literatura, ni del humor, ni de la moda).

ps: como para cortar el rojo y el negro, me puse unas sandalias de plataformas con tiras plateadas + esmalte rojo en los dedos de los pies que me dan un look tipo mariana nannis o esposa de futbolista y descubro, además de todo lo anterior, que el paso de los años va provocando en mí esta clase de (en apariencia inexorables) desvíos estilísticos. quedará por averiguar si ya llegué a ese terrible punto de no retorno que es la ridiculez de querer ser/parecer lo que uno no es o si todavía estoy a tiempo.

a tiempo de qué, tampoco puedo responderlo.