viernes, diciembre 28, 2007

suceden curiosidades como reaundar añejas conversaciones e inventarse una burbuja de confianza nueva, plantarse y decir: escribo cualquier cosa (con tal de hacerlo y que no me importe), la última milonga del año resulta fructífera y de mucho bailar hasta el cansancio incluido el lujo impensable en otras oportunidades de decir "no, gracias" --y el baile, como el amor, cuánta alegría proporciona--, leer libros de historia con la ansiedad de llegar al final y al próximo y luego al próximo y luego a otro más y así in aeternum, recuerdo de mamá robándo la corteza azucarada del pan dulce, palabras de personas que no-se-sabe-cómo-y-de-qué-manera logran un algo mejor de mí que, vestida de oscuro escepticismo, ando por los pasillos derramando malos presagios, nacimientos de bebés en países remotos, anuncios de casamientos próximos, encontrar un rostro que nos recuerda otro, etc.