lunes, septiembre 17, 2007

voy a hacer el intento de no ser tan en extremo vulgar, cualidad que por lo demás está alcanzando niveles alarmantes en los días estos de por acá. no sé con exactitud si debo atribuirlo a mi alejamiento --coyuntural, espero-- de la literatura, a la falta de instrospección de últimamente, al no escribir nada de nada, al no bailar tango, en fin, al no echar mano a otras formas de expresión filtrantes o suavizantes de mi ordinariez en estado puro.

me pregunto: ¿siempre fui así y ahora resulta más notorio? ¿si fuera hombre y hablara de tal suerte sería mejor considerada o por lo menos, no mirada de reojo y con alzamiento de cejas? ¿se trata de la falta de interlocutores? podría durante horas discurrir acerca de algo que leí, de un cuadro que me conmovió, de una ciudad, de una cierta música que me guste, pero termino siempre en sopa.