sábado, agosto 18, 2007

aunque

desespera el rebote de un hablar contra la piedra de la no contestación, el silencio de un poco demasiado alcohol, la traducción implícita "sos una pelotuda", cosas como "no me acompañás" y la ansiedad de no quedarse solos. compro cigarrillos --fumaré-- no encuentro libro que me plazca, el pelo cada vez más largo y desprolijo, manos que duelen un poco

(sueño cada tanto con un piano
con no tener miedo
de la música hecha por mí misma y de mí misma y para otros

sueño el recorrido de mis dedos
sobre el campo de marfil
sueño con enamoramientos
desatinos)

lo único que quiero es mi familia. mis hombres. y la idílica rutina del hogar que marcha.