miércoles, febrero 23, 2011

adiós

uruguay me ha cautivado las tardes con cangrejos que huyen en laterales carreras hacia el agua, el mar inmenso todo el tiempo en todas partes (qué pena no haberte descubierto antes) el sol hablándole a la luna en el instante mismo de morir y ahora (en la lluvia que no quiere derramarse) alguien me dice que daniel murió también lejos, creo, muy lejos y ese nombre "daniel" ahora quizás me suene extraño pero sé que estuvo una vez frente a mí, con gente no demasiado cercana pero lo suficiente en compartir el amor desenfrenado por las letras que en aquéllas épocas eran igual que el agua que se lleva todo que el fuego (vivía yo incendiada de literatura) y me recuerdo esas bonitas palabras dichas generosamente a mí y mis pretensiones literarias de antaño (ah daniel, si pudiera hacerte el honor, me habías pedido un texto para una amiga en italia, texto que nunca escribí) espero, daniel, que estés bien, que no hayas estado demasiado sólo el día de tu muerte.

hasta siempre.