alegrías

qué cosita linda bailar una tanda de valses sin resquicios, sin ninguna hendija en el abrazo, sin desinteligencias ni tropiezos en el más y mejor entendimiento que dos personas pudieran alcanzar bailando. uno de cada cientos es así, pero bien valen los cientos para haber conseguido ese instante.

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hace dos días, fue una felicidad descubrir música cantada con poesía, piano, curiosidad y ánimo de hacer. no sé explicar por qué me trae alguna reminiscencia de beth gibbons aunque la voz no es aguda como de soprano finita, sino más bien de terciopelo lustrado y arrastrado con elegancia. venía yo de mucha canción de frank sinatra cantada por steve tyrell, canción liviana y tonta en la tónica de comedia romántica transcurrida en manhattan, tan apta para mi quemadura de cabeza y viaje en subte sin poder leer, digo, venía de eso cada día y encuentro: lieders oscuros y envolventes. lieders mágicos nomedejesdeescuchar.

conecto acá para el que quiera oir.

(anque no estoy segura de que sea ya que la política del orto de la empresa no permite el acceso a la URL solicitada - verificaré por la noche)

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bizcochuelo de chocolate y espadas de cartón